martes, 31 de agosto de 2010
El final de los dias
Nevaba mientras ella echaba el último cigarro antes de entrar al aeropuerto. Había empezado a fumar con 70 años tal y como decidió cuando tenia 20. Le gustaba es estilo que le daba aunque a todo el mundo le parecía que eran locuras de una anciana.
Tras tirar el cigarro se inclino para despedirse de su nieto. El le dio un par de besos y sin poder contener unas sonrisas le dijo “Abrígate abuela, que hace mucho frio. Espero que tengas buen viaje, y que encuentres lo que buscas. ”. Ella le respondió con una amplia sonrisa. “Yo también lo espero, ya no me quedan muchas más oportunidades”
A continuación le tocaba a ella. Ana estaba seria, demasiado incluso para ella.
“Ama, ¿que necesidad tienes tu de hacer estas cosas a tu edad?” Era lo que le había dicho cuando le explico que iba a viajar para rencontrarse con su antiguo amigo.
Su anciana madre le había intentado explicar mil veces que la edad no entendía de vivencias. Que a los 76 se tenia la misma necesidad de vivir que a los 40, o incluso mas. Pero Ana no estaba contenta con que su madre volara para verse unos días con un hombre tan mayor y totalmente desconocido.
Lo que Ana no sabía, es que para su madre no era un desconocido. Siempre había estado presente en su vida. En la distancia y desde la oscuridad le había ayudado en muchos momentos y aunque nunca pudieron estar juntos, sentía que había llegado el momento. Le daba igual lo que pensaran los demás. Era sus últimos años de vida, y sabía que era su turno. Para eso había esperado paciente toda una vida.
Tras volver a besar a su nieto, entro arrastrando la pequeña maleta al aeropuerto.
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