miércoles, 8 de diciembre de 2010

No sabes cuanto te odio, porque cuando no me miras me siento invisible

jueves, 25 de noviembre de 2010

Que bien se me da decir lo que los demas quieren oir. Pero cuando sere valiente y dire de verdad lo que pienso con la cabeza bien alta?

Nunca, se que mi actitud actual es mucho mas segura.

jueves, 18 de noviembre de 2010

Siempre, siempre, siempre, estaré esperándote para que juntos pasemos una noche inolvidable retratada en fotomatones.

sábado, 9 de octubre de 2010

...

Siempre llevo dos puntos en el bolsillo.
Cuando tu pones punto y final(.) yo espero a que no mires y añado puntos suspensivos(...)

viernes, 8 de octubre de 2010

Corre!
Corre o te alcanzare y cuando me conozcas...
No podrás dejar de quererme

martes, 28 de septiembre de 2010

Alba



Si se da la vuelta y me mira será un si...

Si se da la vuelta y me mira será un si...

Si se da la vuelta y me mira será un si...

martes, 31 de agosto de 2010

El final de los dias



Nevaba mientras ella echaba el último cigarro antes de entrar al aeropuerto. Había empezado a fumar con 70 años tal y como decidió cuando tenia 20. Le gustaba es estilo que le daba aunque a todo el mundo le parecía que eran locuras de una anciana.

Tras tirar el cigarro se inclino para despedirse de su nieto. El le dio un par de besos y sin poder contener unas sonrisas le dijo “Abrígate abuela, que hace mucho frio. Espero que tengas buen viaje, y que encuentres lo que buscas. ”. Ella le respondió con una amplia sonrisa. “Yo también lo espero, ya no me quedan muchas más oportunidades”

A continuación le tocaba a ella. Ana estaba seria, demasiado incluso para ella.

“Ama, ¿que necesidad tienes tu de hacer estas cosas a tu edad?” Era lo que le había dicho cuando le explico que iba a viajar para rencontrarse con su antiguo amigo.

Su anciana madre le había intentado explicar mil veces que la edad no entendía de vivencias. Que a los 76 se tenia la misma necesidad de vivir que a los 40, o incluso mas. Pero Ana no estaba contenta con que su madre volara para verse unos días con un hombre tan mayor y totalmente desconocido.

Lo que Ana no sabía, es que para su madre no era un desconocido. Siempre había estado presente en su vida. En la distancia y desde la oscuridad le había ayudado en muchos momentos y aunque nunca pudieron estar juntos, sentía que había llegado el momento. Le daba igual lo que pensaran los demás. Era sus últimos años de vida, y sabía que era su turno. Para eso había esperado paciente toda una vida.

Tras volver a besar a su nieto, entro arrastrando la pequeña maleta al aeropuerto.

domingo, 21 de marzo de 2010

Porque...









Porque leer viejos textos hace que te vuelva a querer.


Porque no aproveche los momentos oportunos y ya no hay marcha atrás.


Porque tu ya no me miras y yo sigo sin poder mirar a otro.


Porque siempre estaré esperándote en el aeropuerto...

lunes, 4 de enero de 2010

La niña que vivía bajo un colador



Eli es una niña de 3 años, de grandes ojos marrones y pequeña nariz respingona. A Eli le gustan los caramelos de naranja, jugar con su vaca "Lola" de peluche, repetir los eslóganes publicitarios... Pero lo que mas le gusta a Eli, por encima de los caramelos de naranja, de Lola o de cualquier buena campaña de marqueting, es su casco.
En cuanto su madre lo deja a la vista Eli se las ingenia para cogerlo.
El colador de cocina es su mayor fascinación. Cuando se lo pone en la cabeza, Eli se siente capaz de cualquier cosa. Ver la vida a través de unos pequeños agujeros hace que su punto de vista cambie, y que piense que nadie es capaz de reconocerla.

Pero Eli tiene que tener mucho cuidado cuando usa el casco.... porque por alguna extraña razón a la madre de Eli no le hace ni pizca de gracia esta situación.

Así que tiene que ingeniárselas para llevarlo hasta el salón y allí, entre el sofá y las cortinas ella imagina un mundo, en el que la gente que es mas alta que ella, le respeta, no le da ordenes y le tratan de igual a igual.

Le encanta estar mucho rato imaginando. Pero sin duda lo que mas le gusta es lo que ella llama "días de colores".
Y es que si Eli tiene suerte de coger su casco cuando su madre acaba de lavarlo, tirarse boca arriba debajo de la ventana con la cara mirando al sol es lo mas bonito que puede imaginar. Un montón de luces de colores se agolpan frente a su cara y se van moviendo según ella balancea ligeramente su cabecita y ríe sin parar.

Y entonces es cuando Eli piensa que a muchas de esas personas altas les vendría bien tener un "día de colores" de vez en cuando....