Y a veces, cuando me quejo tanto de pasar fines de semana sin hacer nada, o puentes aburridos... pienso que no me puedo quejar tanto, porque mi vida parece sosa y sin magia. Y esto es mentira.

Me gusta mi vida y todo lo que pasa en ella.

Me gustan mis otoños: Cuando paseo bajo la lluvia. Cuando en Madrid voy a bares nuevos y encantadores porque empieza a hacer frio. Cuando vuelvo a Vitoria y doy paseos por el campo bajo los colores ocres. Cuando quedo con mis amigas para pasar toda la tarde echando cañas dentro del mismo bar, a veces con unas pipas, y hablando de mil y una cosas. Cuando todos los años el día de mi cumpleaños hay algo que me da energías para otros 26 años más. Cuando paso tardes enteras en casa cocinando y cantando.

Me gustan mis inviernos: Cuando en Vitoria me nieva encima mientras ando con cuidado de no resbalar. Cuando hace tanto frio que no salgo de debajo de la manta y Kaila viene a chuparme la nariz. Cuando en Madrid llueve tanto que se paraliza la carretera y tengo mucho tiempo para pensar en el autobús. Cuando voy con mi padre a sacar fotos de nieve. Cuando llega la navidad y las luces de colores que iluminan todo. Cuando en noche buena tomamos vinos calientes y comemos castañas asadas. (Probablemente uno de mis momentos favoritos de todo el año). Cuando nos juntamos toda la familia al rededor de una mesa y nos queremos y odiamos a partes iguales.

Me gustan mis primaveras: Cuando empiezan a florecer los almendros de mi plaza. Cuando los días alargan, hace sol y quedamos para tirarnos en cualquier parque. Cuando los paseos con Kaila se alargan y acabo llegando a casa a las mil porque nos juntamos con gente y acabamos de cañas. Cuando aprovechando el buen tiempo quedamos con gente de trabajos anteriores que hace mucho que no vemos y nos ponemos al día. Cuando empieza la temporada de barbacoas. Cuando en Madrid apetece ir a pasar la mañana a la latina y la tarde al retiro.

Me gustan mis veranos: Cuando cenamos todos los días fuera de casa disfrutando de Vitoria de noche. Cuando los fines de semana hacemos planes locos de ultima hora. Cuando disfruto de mi madre dando largos paseos. Cuando son fiestas de Gasteiz y no hay hora del día que no se disfrute como si fuera la ultima. Cuando anochece y aun estamos en algún pueblo/playa y vemos las estrellas. Cuando echar cafes con baileys y hielos en una terracita se vuelve una tradición. Cuando viajo con mi hermano y nos enamoramos de un monton de paises.