Todo fue accidentado, pero también sorprendente.
Fui muy feliz, aunque también me asuste mucho.
En realidad todos los problemas me dieron igual hasta que te fuiste.
Mientras estuve en tus brazos solo fui feliz, plena, querida, amada...


Se que ahora me espera una época confusa, en la que te voy a odiar, en la que voy a dudar si me quieres, si fue real.
Pero yo se que si. Esa noche del 2 de Marzo, entre tus brazos me dijiste que me querías, a tu manera pero lo dijiste mientras me besabas la cara.

Yo también te detesto bastante, mi idiota.