jueves, 29 de diciembre de 2011

2011

2011

Ufff es solo escribir el año ya se me ponen los pelos de punta.
Ha sido el año de las decisiones mas difíciles de mi vida, el año en el que me he tirado de cabeza por un precipicio y aun estoy cayendo sin la certeza de saber que me espera abajo.
Un año de despedidas y desencuentros, pero también de nuevas expectativas, nuevos retos, nuevas personas, nuevos lugares y como no nuevos problemas.

Al comenzar el año yo vivía tranquilamente en mi pequeña y preciosa ciudad, tenia mi trabajo estable en el que estaba cómoda, rodeada de gente encantadora, con un horario estupendo, un sueldo (ejem, ejem que me atraganto) pasable, con todas mis amigas cerca, mi familia apoyándome en cualquier dificultad...

Pero estaba claro que desde hacía muchos años algo fallaba en mi vida. Se podía vivir así, por supuesto. Y no dudo que halla mucha gente que viva toda su vida con ese mismo sentimiento que tenia yo encima e incluso sea feliz.
Pero yo ya no podía más, tenia que hacer algo. Para bien o para mal. Estrellarme o no, pero tenia que intentarlo.

Así que un día le dije a mi madre "Ama, creo que voy a dejar mi trabajo y me voy a ir a vivir a otra ciudad para estudiar Terapia Ocupacional".
Fue algo acojonante, porque yo daba por hecho que me iba a mirar como a los locos y darme buenos argumentos para que no lo hiciera, pero no fue así.
En mi casa me apoyaron (como siempre) y gracias a muchos consejos recibidos por parte de mucha gente, me animé a hacerlo.

Dejé mi trabajo, aguanté muchas caras de peña que me decía cosas como "con la de gente que hay en paro y tu dejas el trabajo??", "Tu sabes lo que es volver a ser estudiante y no tener un duro?", "Y eso quien lo va a pagar?? Tu madre??"

En fin...

Total, que un día me planté en la capital del reino maleta en mano (y acompañada por mi hermano, que yo ya no se por cuantas cosas le puedo llegar a deber la vida), busque un piso adecuado para mi y mis problemas y me instalé.
Junto a el hice una investigación de campo durante una semana, reconocimiento de la zona, búsqueda de lugares necesarios para la supervivencia, el camino a la uni...

Y por fin llegó el gran día. Mi primer día viviendo sola en Madrid, sin nadie a quien llamar si tengo un problema, sin tan solo un conocido al que acudir... Nada! Sola!

Y lo superé! Y llego el segundo día... y lo superé!

No voy a negar que no lo he pasado mal, fatal. Que me he sentido super sola, que he llorado muchas noches sin que nadie me oyera, que he llamado a mi casa solo por oír la voz de mi madre contándome cualquier tontería, que he agradecido como agua de mayo cuando alguien me halla llamado por teléfono para ver que tal estaba o cuando alguien se ha ofrecido a quedar conmigo (sin apenas conocerme) para tomar un café o charlar un rato, y que he llorado como una gilipollas en el metro tras despedir en la estación de tren a la gente que me ha venido a visitar.

Pero también he disfrutado paseando sola por Madrid dándome cuenta de que a pesar de haber estado encerrada en mi casa muchos años por la agorafobia soy capaz, he ido 1 hora en el autobús que me lleva a la universidad sonriendo, he conocido nuevas personas, me he reído sola, la he liado gorda en más de una ocasión, me he perdido, estoy estudiando para ser lo que me gusta...

A estas alturas, no me arrepiento de la decisión tomada. No se si encontraré trabajo dentro de 3 años cuando acabe la carrera, no se si seré más feliz o no, no se si conoceré a gente estupenda o si saldré puteada.
De lo que si que estoy segura es de que no podre decir "Y si hubiera ido?"

Después de todo..
Por muy difícil que esté siendo todo, aquí estoy. Que no se me olvide.

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